Con mi novio

Operación Bikini

viernes, 14 de mayo de 2010

EL DIARIO DE MIDNA


Palacio Crepuscular, Reino del Crepúsculo, día 14 del mes de Farore

Le vi. Vi su carita negada en lágrimas, ese rostro al que habían arrebatado la inocencia y que raramente la recuperaba, como ahora, como siempre que lloraba, como siempre que –aunque ahora no pudiese recordarlo así- su sonrisa de niño le iluminaba la cara. Sentí una inmensa piedad por ese ser que, a sus ocho años, había tenido que vivir las peores calamidades de las que podía ser tortura. Le abrace mientras me preguntaba porque me daba pena, porque no podía alegrarme del dolor que sentía quien tanto daño me había hecho, quien –pese a su buena intención- me ignoraba y ponía en ridículo frente la corte entera. Pero no podía sentir odio, desagrado, ni siquiera rencor por esa desvalida criatura, ese niño indefenso que me miraba ahora con ojos suplicantes, implorando mi perdón ya otorgado, mientras yo veía únicamente en sus pupilas la sombra del más profundo sufrimiento que él podía asimilar. Me da mucha pena.

A veces pienso que su violencia, su impulsividad y su indiferencia serán la ruina del reino, pero… ¿En quién más podría confiar? Creo que el tiempo de la monarquía ha acabado también para nosotros. Algún día, un revolucionario radical me disparará –O puede que una bomba llegue a mi carruaje- y yo me disolveré en humo y sombras, desde donde iré al cielo arrebatado -¡Sé que mis diosas me esperan, digan lo que digan!- y velare así por mi pequeño eternamente, protegiéndole de todo mal, y lo hare mejor que ahora…este mi niño, por el que solo siento amor y ternura infinita, no debe sufrir más. Confío vivir lo suficiente para verlo casado, e ir así a la tumba tranquila, sabiendo que en mi ausencia otra mujer cuidara de él. Madre, sé que entonces estarías orgullosa de mi. “Por fin tienes nietos”, me dirías. Y yo abrazaría al pequeño heredero o a la dulce princesa que nacerían ya en un mundo destinado a la destrucción…

No hay comentarios:

Publicar un comentario